Al fin, de una vez por todas, se había dignado a salir adelante y presentarse a aquel lugar llamado... No recordaba bien como era pero fuese como fuese podría nombrarlo como lugar o espacio, aunque con esta última le venía a la mente otras cosas. Dejando de lado ese tema continuó caminando, era media tarde y la luz ya no incidía tanto sobre la Tierra, por lo que sus sensibles ojos podían mirar libremente sin el temor a quedar cegados y ella completamente desorientada, aunque lo estaba en menor medida ya. Entró por la entrada, sus pasos eran un tanto sonoros, como la suela de un tacón alto ya que ella no usaba de estos y si cascos animales. La gente de alrededor la miraba pero ella solo ignoró eso, haciendo una mueca de desagrado y alzando una de sus finas cejas de pelo castaño. Dirigió sus blancos ojos por el lugar hasta encontrar un lugar donde descansar o más bien pensar.
Unos pasos más hasta acercarse a un banco donde se sentó con cuidado, cruzando su pierna izquierda por detrás de su derecha flexionándola con ligereza, mientras que ya la mencionada -pierna derecha- la dejó estirada de la forma más cómoda. Su cola anillada colgaba por la parte de atrás y simplemente se dedicó a mirar a la gente pasar, buscando un entretenimiento hasta que se dignara -consigo misma- a ir a la entrevista.